Las agujas de esa tarde se movieron demasiado rápido y en un pestañeo ese domingo ya nos estábamos despidiendo. Entre lágrimas y el cruce de palabras con poco sentido me prometí a mi misma volver a verte. Sé claramente, que por tus actos de esa tarde que vos no pensabas en exactamente lo mismo. Esta fría noche todavía me acuerdo de vos mirándome a los ojos, juntos los dos. Estuviste disfrazando con una excusa (o un par) lo que era en realidad un conjunto de cosas sin conclusión (todavía para mi). Sin remedio y sin encontrarle alguna respuesta te alejaste. Siendo franca, jamás pensé en ese final. Te extraño. Te extraño tanto. Me desarticula y me desarma tanto pensar en vos. Me doliste en lo más profundo de mi alma. Y es verdad, te fuiste cuando más lo necesitaba. Estoy más que segura que es por eso el porque de tantas preguntas que retumban en mi mente. Creí en vos, creí tanto en vos! En contraposición y para resaltar mi bipolaridad e hiteria sabés muy bien que te deseo lo mejor desde lo más profundo de mi ser. Gracias por entrar en mi cabeza y generar un reacomodo escencial en mi. Solamente espero que logres encontrarte. Te quiero Nic.
‘Siempre vas a ser lo mejor’
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